No necesitas fuerza de voluntad, necesitas herramientas

Es muy común creer que la fuerza de voluntad es vital para mantener una alimentación balanceada o llevar un estilo de vida saludable, la verdad es que no es así: quizá la fuerza de voluntad sea eso que en un momento nos ayudó a dar el primer paso para hacer un cambio, sin embargo, si estos cambios no se hacen con el apoyo de una buena planificación, organización y acompañamiento, hay una gran posibilidad de volver a nuestras costumbres iniciales.

Contar con una buena planificación y organización de antemano, ayuda a establecer rutinas de forma más sencilla y convierte la intención en acción al crear un plan de acción claro, con pasos detallados que indiquen cómo hacerlo, cuándo y de qué forma llevar a cabo acciones específicas.

Por ejemplo, si la intención es llevar una alimentación saludable, el plan de acción podría traducirse en: fijar un día para hacer la lista de la compra, planificar los menús de la semana y hacer las comidas. Si conocemos nuestras rutinas, podremos buscar momentos oportunos para poder llevar a cabo las actividades que hemos incluido en nuestro plan.

Esto es vital porque al tener una mínima organización podremos anticiparnos a cualquier situación. Así también nos evitamos depender de la motivación, mientras que trabajamos con la constancia y al repetir varias veces una misma acción, la convertimos en un hábito.

No es tarea fácil, ni se logra “de un día para otro”, pero con ayuda de un dietista-nutricionista que pueda diseñar un menú adaptado a tu estilo de vida, rutinas, gustos y objetivos se puede crear plan que se ajuste a tus necesidades, y sobre todo que se pueda mantener a largo plazo.

Si necesitas este apoyo, contáctame para ayudarte a establecer una buena alimentación y crear hábitos saludables que te duren toda la vida.